La Verónica



Anónimo, s.XVIII
Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, Nuestra Señora de las 
 Angustias Soledad y Ánimas de la Campanilla 
Toro (Zamora)




Imagen que fue primitivamente la antigua Virgen de la Soledad de la cofradía del Santo Sepulcro y la Soledad, que la mandó tallar tras el incendio que en 1778 destruyó la capilla que poseía en el convento dominico de San Ildefonso. En 1953 fue sustituida por la actual Virgen de la Soledad, obra de Tomás Puras, regalando esta a la cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla en sustitución de la antigua Verónica, tras la pérdida de todos sus pasos en el incendio de Santa Catalina de 1957. Durante todo el año se conserva en la iglesia de Santa Catalina, desfilando en la procesión de la madrugada del Viernes Santo, siendo sus jefes de paso los abades de túnica negra del año anterior. 

La actual Cofradía es el producto de la fusión de tres hermandades antiguas, todas ellas vinculadas al antiguo convento de San Francisco. La primera de ellas, la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción y Luz, fundada en 1502, la cual no tenía carácter penitencial aunque el apellido de Luz podía hacer referencia a que realizaban el cometido de iluminar alguna procesión penitencial de dicho convento. También se le supone que en algún momento tuvo carácter gremial, en este caso de tejedores. Otra de las cofradías, sin conocer el cuándo se fusionarían, sería la de Ánimas, completando el nombre con el de "Campanilla" seguramente por el hecho de ir tocando este sencillo instrumento en alguna de las peticiones de limosna en el mes de noviembre y en otras ocasiones. Estas dos cofradías formarían una, que transformaría su advocación en la de la Virgen de las Angustias Soledad. La otra cofradía, la de Jesús Nazareno, aparece ya mencionada en 1569 como Dulce Nombre de Jesús Nazareno, muy relacionada con el gremio de los molineros. Tenía su sede en la capilla de Santa Catalina del convento de San Francisco, donde se unirán ambas cofradías en una sola a partir de 1739, quedando como vestigio de sus orígenes las túnicas negras y moradas que todavía hoy visten dependiendo de si forman parte de una u otra, aunque sean una sola hermandad. En 1817 ya se habla del traslado de la Cofradía a la parroquia de Santa Catalina tras la desamortización del convento. Será allí donde en 1957 un incendio arrase con todos los grupos escultóricos de la cofradía, perdiendo casi todo su patrimonio artístico y quedando reducida a cenizas la iglesia. Conservando exclusivamente el Ecce Homo, incorporando los antiguos pasos de la Vera Cruz (la Oración en el Huerto y la Flagelación) y la Dolorosa de los Siervos de María, fue rehaciendo su patrimonio poco a poco. Muy característico de esta cofradía es la presencia de los conqueros, cofrades limosneros bendecidos en la mañana del Jueves Santo que solicitan limosna para la Cofradía durante los dos días. Los pasos de la Cofradía son: Santa Cena, Adoración del Huerto, la Flagelación, Ecce Homo, Jesús del Perdón, Jesús Camino del Calvario, la Dolorosa, Jesús Nazareno y el Cirineo, la Verónica, La Desnudez o Rodopelo, la Cruz, Cristo al Expirar y la Soledad. 


Bibliografía:

La Semana Santa en Toro. José Camarón Valderas. 2007.

La Virgen en la Semana Santa toresana. Tomás del Bien. Revista Toro Cofrade. Ver aquí. 


Otras entradas:

La Santa Cena (aquí)
La flagelación (aquí)
Camino del Calvario (aquí)
Santo Ecce Homo (aquí)
La desnudez (aquí)

Nuestra Señora de los Dolores (aquí)

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